martes, 25 de octubre de 2011

Una sensación

Una sensación que recorre tu cuerpo a cien mil bytes por segundo, provocando una irrigación sanguínea incontrolada que nutre el corazón hasta hacerlo bombear a mil por hora. ¿Cómo lo sientes? ¿Por qué lo sientes? ¿Con quién lo sientes? Todo depende: una persona, las circunstancias, la experiencia... Lo que es seguro es que son tus manos las que laten, tus ojos los que hablan, tus labios los que tiemblan y tu boca la que golpea. El momento en el que te sientes vivo. El instante en el que tomes la decisión que tomes ya nada volverá a ser lo mismo...

miércoles, 5 de octubre de 2011

Cómo hacerte saber...

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo? Que uno solo tiene que buscarlo y dárselo. Que nadie establece normas, salvo la vida.
Que la vida sin ciertas normas pierde forma. Que la forma no se pierde con abrirnos. Que abrirnos no es amar indiscriminadamente. Que no está prohibido amar, que también se puede odiar
¡Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida!
Que el odio y el amor son afectos. Que la agresión porque sí hiere mucho. Que las heridas se cierran. Que las puertas no deben cerrarse. Que la mayor puerta es el afecto. Que los afectos nos definen. Que definirse no es remar contra la corriente.
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja. Que buscar un equilibrio no implica ser tibio. Que negar palabras implica abrir distancias. Que encontrarse es muy hermoso. Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida. Que la vida parte del sexo. Que el "por qué" de los niños tiene un por qué. Que querer saber de alguien no solo es curiosidad. Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana.
Que nunca está de más agradecer. Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo. Que nadie quiere estar solo. Que para no estar solo hay que dar. Que para dar debemos recibir antes. Que para que nos den también hay que saber como pedir. Que saber pedir no es regalarse. Que regalarse es, en definitiva, no quererse.
Que para que nos quieran debemos mostrar quienes somos. Que para que alguien sea, hay que ayudarlo. Que ayudar es poder alentar y apoyar. Que adular no es ayudar. Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara. Que las cosas cara a cara son honestas.
Que nadie es honesto porque no roba. Que el que roba no es ladrón por placer. Que cuando no hay placer en hacer las cosas, no se está viviendo.
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte. Que se puede estar muerto en vida. Que se siente con el cuerpo y la mente. Que con los oídos se escucha. Que cuesta ser sensible y no herirse. Que herirse no es desangrarse. Que para no ser heridos levantamos muros. Que quien siembra muros, no recoge nada. Que casi todos somos albañiles de muros. Que sería mucho mejor construir puentes. Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve. Que volver no implica retroceder. Que retroceder puede ser, también, avanzar. Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol.

domingo, 2 de octubre de 2011

Espero

Querido Benedetti
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
Sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
Pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
Quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
Y la Luna oculta ese sol tan radiante.
Me siento sólo, lo sé,
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto.
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás,
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí.
Porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no solo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo solo así?
¿Por qué no solo...

Querida primavera

Al fin has hecho notar tu llegada querida primavera, esa leve brisa que hace mi nariz y manos enfriar, ese leve destello del sol que llega justo a mi pelo y lo hace ver más claro. Esos pajaritos que cantan sin parar hasta ser escuchados, pero... nadie los escucha, solo se escucha el ruido desesperado de la ciudad, autos y sus bocinas, ambulancias y sus sirenas, gente y más gente. Si se callase el ruido, probablemente, al fin escucharíamos aquellos pajaritos, escucharíamos incluso las nubes moverse... Escucharíamos lo que nos quiere decir nuestro corazón, que a menudo, no escuchamos porque no lo logramos; Estoy con la mirada perdida en el aroma de las flores que nacen ahí, justo por donde van tu pasos. Mi aliento al lograr escuchar tu voz se estremece, mis pies cansados de tanto caminar tocan el pasto y luego de dos pasos están rodeando tu cuerpo. Pasan los meses, pasan lo años y cada primavera vuelve a revivir esa primavera... como si fuera ésta. Como si estuvieras aquí. Querida primavera, apresurate despacio y en cada paso deja un soplo divino, te lo pido

sábado, 1 de octubre de 2011

Ya ves...

Ya ves, a veces me canso de ser hombre y también me agota escuchar que todo va bien, y ver tristes hombres mirando al sur, y no existir si no me miras tú. Ya ves, a veces me canso de perderte y saber que estamos solos y no va a volver Guevara para darme la razón de no verte tendida en mi colchón. Y mientras tanto, estrépito de andamios, pateras y naufragios, desvelan nuestro sueño. Y mientras tanto, si hoy se cae La Habana, ¿el día de mañana quién será nuestro dueño? Así yo canto para recordar que sigues a mi lado, que aún sueñas despierta porque así vencemos el cansancio. Así yo canto para recordar que aún seguimos vivos, si no ves más allá de tu horizonte estaremos perdidos. Ya ves, a veces me canso de ser libre, de ser libre para venderme y caer muerto donde mi libertad prefiera, siempre al otro lado de tu frontera. Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener valor para buscarte y cometer todo delito que este amor exija. Quieta ahí, tus labios o la vida". Y mientras tanto, estrépito de andamios, pateras y naufragios, desvelan nuestro sueño. Y mientras tanto, si arde Lacandona, si Marcos abandona, ¿quién será nuestro dueño? Así yo canto para recordar que sigues a mi lado, que aún sueñas despierta porque así vencemos el cansancio. Así yo canto para recordar que aún seguimos vivos, si no ves más allá de tu horizonte estaremos perdidos.

Dos grandes amores

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella… Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarán de intentarlo. Se rendirán y buscarán a esa otra persona que acabarán encontrando.

Pero les aseguro que
no pasará una sola noche sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más… Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras estaban leyendo esto, les ha venido su nombre a la cabeza. Se librarán de él o de ella, dejarán de sufrir, conseguirán encontrar la paz (la sustituirás por la calma), pero les aseguro que no pasará un día en que desees que estuviera aquí para perturbarte... Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.