lunes, 30 de junio de 2014

Para un viejo amigo

Recuerdas los tiempos en que, viejo amigo, ardía en tu boca la azul madrugada.
Borracha, Afrodita reía y brindaba contigo dejando el olor de otro cuerpo en tu cama.
¿Dónde encallaron esos días? ¿En qué luminosas playas?

Huyendo de ti y de la aurora, escapaste buscando en mil bares el abracadabra que detiene el tiempo, pero regresaste y te encontraste a ti mismo esperándote en casa. Y el alba sincericida trajo su rutina y su ancla.

El amor es la piedra que Sísifo empuja. El mundo el cascabel de un gato asustado. Nadie nos avisó que amar es doler, que crecer es aprender que para regresar, y para casi todo, es tarde, y aquello que no fue nuestro más leal amante.

Así que brindemos ahora viejo amigo: que acabe este otoño y resuelva el misterio del eclipse en tu pecho, que aún no nos rendimos. De la noche aprendimos viejos sortilegios que ayudan a conjurar al reloj y sus espectros.

Sísifo abandona hoy su piedra en la cima y el gato se duerme esta noche en tus brazos. Quizás tengan razón y amar es doler pero quién diablos quiere regresar si lo que cuenta es aprender,
que no está perdido aquello que no fue,

que no está perdido aquello que no fue.

Testamento Vital

Cuando todo oscurezca, él escucha, habla ella. Cuando la tarde naranja desenrede la madeja, cuando mi cuerpo tirite y tenga lista la maleta
has de disponer que abran las ventanas y me dejen marchar, que la noche no duela. 
Me despedirás y arderé en una estrella. Y celebrarás este pequeño milagro.

Han pasado algunos años desde la última promesa, ella se marchó y dejó olvidado un cuerpo dormido. Soñaremos que una noche a ella le pinchó la rueca y no despertó.
Y a él sólo le queda celebrar esta última ofrenda, la despedirá y arderá en una estrella y celebrará este pequeño milagro, su pequeño milagro.

Él ha abierto las ventanas, y ella se aleja sonriendo, imagina mientras la tarde naranja va cayendo. 
Elegimos el camino, también al fin del trayecto, y ahora a celebrar, a la luz de una estrella vespertina y azul, la hazaña de estar vivos, conocerte aquí, todo aquello que fuimos, ya sabes, en fin, nuestro pequeño milagro, 

mi pequeño milagro.

lunes, 16 de junio de 2014

Compañeros en la rutina

Todo cobra un infinito sentido hoy, hoy que el cielo es totalmente azul, perezosamente resucité y por fin supe que los viajeros son compañeros de rutina. Que a pesar que te encuentres en otro espacio, en otro tiempo, en otra crisis... Estás conmigo. No hay tiempo en que no hayas sido el que eres hoy, siempre has tenido esa mirada de "nunca es tarde", siempre buscando una mano a la cual aferrarse, por tu incesante miedo al futuro. Y en todos lados estoy yo y me encuentras. 
Todos los días estas naciendo viajero, para ti todos los días es recordarme que somos eternos

Hoy tomé desayuno sin ver las noticias, hoy saldré a la calle y, acompañándote, te buscaré. Nunca dejaré de buscarte. Aun que sé que no te encontraré.. No me atrevo a dejar de buscarte, por si te encuentro. Aun que no lo creo. No creo que te encuentre. Pero, siempre te estaré buscando.

Tus ojos son buena referencia, especialmente en este día, en el que al fin nos encontré sentido. Que somos viajeros, compañeros de rutina, buscadores de nosotros mismos.
¡Qué manera de encontrarnos cuando nos juntamos!
¡Qué manera de ser eternos!