sábado, 30 de noviembre de 2013

Regalo para un primer cumpleaños

Escribimos canciones porque se canta lo que se pierde. En definitiva, escribimos canciones porque tenemos miedo.Y uno de esos miedos, quizá, sea el de la fugacidad de las cosas. El devenir de los años enseña a uno unas cuantas cosas. Porque uno, si a algo le tiene miedo es al hecho de perder la oportunidad de vivir cosas por primera vez... Cómo si se tratase de una culpa que con el tiempo vas agotando! No sé si me explico...

El caso es que de repente, de repente llega alguien a tu vida que lo desordena todo, y te enseña que lo mejor está por venir. Renueva tu mirada, y recuperas esa vieja sensación de poder vivir por primera vez, incluso, cosas que has vivido tantas y tantas veces. Cada estación es la primera porque te la pasas a su lado.

Cada paisaje es otro porque esa persona lo llena con su mirada.
Y el mundo es único y maravilloso porque esa persona lo habita.
Y entonces entiendes porque al presente se le llama presente; porque es un regalo maravilloso que uno no puede desperdiciar teniendo miedo al miedo.
Así que cada canción tiene que ser una celebración, aún cuando uno cante desde la derrota, porque estamos vivos, y porque queda todo por hacer.
Tenemos la suerte de poder vivir la oportunidad de aprender todo lo que, quizás, con el tiempo desaprendimos de mala manera.

"Creerás que el tiempo pasa rápido, que el buen recuerdo puede doler, pero haz venido a recordarnos que no es tan malo crecer. Creerás que hay días con espinas y que puede doler vivir, pero recuerda que cada día el mundo amanece en ti. Vendrá el futuro a verte cualquiera de estos días y tendrás en las manos lo que nunca tuvimos: La esperanza de un mundo con los mares azules, sin fieros huracanes o desbordados ríos"